Fotos de La Estacada, en la muestra del Coamu. / M. R. Martínez

La exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos ha puesto la lupa sobre la arquitectura del régimen. De Pedro Muguruza Otaño, el proyectista que participó en el diseño de la monumental basílica de la sierra de Guadarrama (Madrid), se conserva en el barrio murciano de El Carmen el cine Coliseum (1948), según se recoge en un informe del Instituto de Patrimonio Cultural. Pero los planes de desarrollo de la dictadura y de sus tecnócratas dejaron otras obras a lo largo de la geografía regional. Por pura coincidencia, algunos de esos proyectos aparecen en una exposición que, comisariada por Juan Pedro Sanz Alarcón, se puede contemplar hasta este viernes 19 de octubre en la sede del Colegio Oficial de Arquitectos (Coamu), con motivo de la ampliación (1965-1975) del catálogo de la Fundación Docomomo, la institución que vela por la conservación y la difusión de la arquitectura del Movimiento Moderno.

A través de imágenes, bocetos y paneles informativos se realiza un repaso por los siete conjuntos y edificios que se estrenan en el registro de dicha fundación. Tres de ellos guardan una especial vinculación con el régimen de aquella época, por tratarse de obra pública impulsada por organismos de la administración franquista. Ahí están el complejo residencial de Espinardo, protegido recientemente por la Consejería de Cultura, levantado para ofrecer una atención integral a colectivos desfavorecidos; el murciano polígono de La Paz, de plena actualidad por la renovación a la que aspira desde hace años merced a una iniciativa privada; y La Estacada (Jumilla), de Fernández del Amo, uno de los 300 poblados de colonización erigidos en los años cincuenta y sesenta del siglo XX por casi toda España. Este, en concreto, se concibió como un ensanche de la localidad jumillana para alojar a su población agraria.

El colegio privado de enseñanza Santa María del Carmen (Murcia), el conjunto Bungalows (II) de Corrales y Molezún; los Apartamentos Golf Bungalows y Los Miradores de La Manga Club, de Bonet Castellana, y la antigua sede de la Hermandad Farmacéutica (Murcia) completan la muestra del Coamu. Una nueva oportunidad para acercarse a una arquitectura no lo suficientemente valorada, por su proximidad en el tiempo, y, por tanto, siempre amenazada por la piqueta.