El remodelado Museo Arqueológico Nacional (MAN) abre el 1 de abril con un pedacito de Murcia en sus vitrinas. Una veintena de las piezas que se exponen al público proceden de yacimientos de la Región. Se trata de obras únicas e imprescindibles para conocer las civilizaciones que nos precedieron, lo que les ha valido ocupar este espacio destacado. En el nuevo MAN (calle Serrano, 13, Madrid) hay tesoros de todas las comarcas de la geografía regional, desde la Prehistoria a la Edad Media.
Es la cultura ibérica la que más aporta a las colecciones del museo madrileño. Destaca el Vaso de los Guerreros (Archena), siglos III-I antes de Cristo, decorado con pinturas que ensalzan al guerrero cuyas cenizas reposaron en esta urna funeraria. También hay exvotos de Monteagudo (Murcia) y El Cigarralejo (Mula), cerámicas del Cabezo del Tío Pío (Archena) y del eremitorio de la Luz (Murcia), así como una figurilla, el llamado centauro de Royos (Caravaca), de origen griego pero que tuvo que ser un regalo a algún aristócrata íbero. Más antigua es otra de las piezas estrella de la exposición: una diadema de oro del segundo milenio antes de Cristo hallada por un agricultor en el Estrecho de la Encarnación (Caravaca). Formó parte del ajuar funerario de una mujer de alto rango, y se trata de “la única pieza de oro conocida en el mundo argárico de estas características”, según se puede leer en la ficha técnica.