Cambio de planes. La Comunidad Autónoma ha dejado en suspenso la venta del antiguo conjunto residencial de Espinardo, aledaño al Parque Científico del campus universitario, un complejo asistencial levantado en los últimos años del franquismo y protegido por su valor histórico, urbanístico y cultural. Cuando la crisis económica arreció, en 2013, esas instalaciones, ya sin uso, fueron incluidas en un paquete de medidas para reducir el déficit público y ahorrar gastos, mediante la enajenación de patrimonio. Después de no haber encontrado dueño en sucesivas subastas, la Consejería de Hacienda confirma que la operación ha quedado aparcada. El conjunto asistencial de Espinardo sigue así los pasos de otros dos equipamientos que también se pusieron a la venta pero que no despertaron el interés de los inversores: el hogar escuela de El Peñasco, en Puerto de Mazarrón, y el antiguo hospital de Los Arcos, en Santiago de la Ribera (San Javier). Con la operación, la Administración regional esperaba recaudar 18 millones de euros.
Respecto al recinto de Espinardo, con un precio de partida de 7,6 millones, la Consejería señala que «no se contempla su venta en estos momentos atendiendo a su condición de bien inventariado y a su ubicación en un entorno en el que hay otros edificios de interés para diversos organismos, como el Instituto de Fomento o la Consejería de Política Social, así como a su calificación de equipamiento». El conjunto, en la antigua carretera de Madrid, abarca una serie de dependencias impulsadas en los años 70 por los tecnócratas del régimen para prestar una asistencia integral a los colectivos más desfavorecidos. La protección promovida por la propia Comunidad Autónoma, a finales de 2015, afecta a cuatro de los trece inmuebles que conforman el recinto: la iglesia, el teatro, con capacidad para 840 espectadores; las oficinas de administración y el pabellón residencial mixto. La medida de Cultura, no obstante, no ha servido de mucho a la hora de su conservación y el deterioro avanza sobre estas construcciones, un diseño del arquitecto Enrique Sancho Ruano que contiene piezas escultóricas de los artistas González Moreno y Francisco Toledo.
Fachada de la iglesia del conjunto residencial de Espinardo, con esculturas de Francisco Toledo. / V. Vicéns
En cuanto al hospital Los Arcos, frente a la orilla del Mar Menor, la Consejería señala que se dio autorización de uso al Ayuntamiento de San Javier para programas del Patronato Municipal de Deportes. En la actualidad, la planta baja está ocupada por el club de piragüismo, pero el resto de las antiguas dependencias sanitarias, bastante deterioradas, continúan desocupadas. En un principio se pensó en darle un uso hotelero, pendiente de un cambio en el plan urbano. La residencia de El Peñasco, en primera línea de la playa del Rihuete, sigue siendo utilizada «como centro vacacional de carácter estacional de menores y de otros colectivos dependientes del IMAS y de la Consejería de Mujer y Política Social», recuerda Hacienda. El Ayuntamiento de Mazarrón se interesó en su día por hacerse con las instalaciones, para albergar un centro de atención para personas con discapacidad, pero no llegó a un acuerdo con la Comunidad. El nuevo equipo de gobierno municipal todavía no tiene decidido si sigue interesado.