Matilde ha cumplido años. La princesa heredera de los belgas ha soplado 40 velas. Nació el 20 de enero de 1973. En un palacio. Creció y se educó como lo que es, una integrante de la nobleza belga. Se vistió de largo al alcanzar la mayoría de edad. Y vivió su cuento de hadas al casarse con un príncipe que la convirtió en princesa. Es Matilde la única princesa que no tuvo que cambiar de amigas ni hábitos al dar el paso hacia el altar. Ni que decir tiene su vida en poco o nada se parece hoy a la que llevaba antes de hacerse el anuncio oficial de su boda, un enlace que contó con la aprobación de la nobleza del país. Hasta el punto que los nobles le regalaron para la ocasión un tiara de diamantes.
Matilde, hija de nobles, nieta de nobles, duquesa de Brabante, futura reina de Bélgica y también madre de la reina del mañana, ha superado la barrera de los 40. Y, con tal motivo, la Casa Real ha hecho algo muy parecido a lo que vimos en España con el cambio de dígito de la princesa Letizia. Posado fotográfico. Las comparaciones son odiosas, así que no hay por qué hacerlas.