Es lo que tiene estar constantemente en el escaparate. Que te ven. Y sí, por ahí venía más o menos la queja que hace un par de meses recogieron unos cuantos medios escritos de este país. La queja de doña Letizia. La queja esa de que pretendía ser una princesa de 8 a 15. La queja que envolvía una crisis de pareja real que al final se quedó en nada, en una mala interpretación de la prensa de este país. Vamos, que desde dentro de palacio alquien tiró la piedra y luego escondió la mano. En fin, eso son suposiciones mías. Y todo esto viene a cuento porque la futura Reina de España, pretendiéndolo, porque a mí ya nadie me convence de lo contrario, siempre da motivos para dar que hablar. Este lunes, en el estreno de la semana, por su blusa de leopardo en una recepción con alumnos y docentes del centro infantil y de primaria ‘Príncipe de Asturias’.
“Letizia Ortiz se apunta a lo animal print”, titula ‘Mujer Hoy’. Y sí da que hablar porque las mujeres de las familias reales no han de crear tendencia ni seguirlas. ¿Alguna vez se escucha algo distinto de la reina Sofía que no vaya en la línea de que “lucía elegante”? Pues eso. Claro, que yo veo una cosa aún peor y es que en este país, que tenemos muchas virtudes, muchísimas, y una de ellas es la de que nos gusta estar bien informados (vamos, que nos va lo de ser cotillas), doña Letizia nos coloca el balón solo para empujarlo. Es ver esa blusa y decirse uno “voy a ver cuánto cuesta”. Dicho y hecho. Como siempre viste de Felipe Varela pues… A la web del diseñador real… Compra… Blusas… Y ahí está… 255 euros. Este viernes es la ceremonia de los premios Príncipe de Asturias. La princesa, fijo, volverá a apostar por otro diseño de Varela. Ese día pinchen la pestaña de vestidos de cocktail. Y lo encontrarán, seguro. Lo dicho: es lo que tiene estar constantemente en el escaparate.