Una sabia inversión
Cuentan los biógrafos de Michael Faraday que, durante una demostración de los fenómenos eléctricos que investigaba, el primer ministro Lord Palmerston le preguntó: «¿Y esto para qué sirve?». «Señor ministro, ahora no puedo decírselo, pero antes o después cobrará impuestos por ello», contestó Faraday. Esta anécdota ocurrió a mediados del siglo XIX, pero episodios más […]