La ley de medidas extraordinarias y el posterior conflicto entre los sindicatos y el Gobierno regional han copado la atención pública y mediática en el último mes y medio. Tanto es así que los recortes del gasto público y las multitudinarias protestas han eclipsado otros asuntos de fondo que también hunden sus raíces en la difícil situación económica que atraviesa España, y de forma especialmente acusada las regiones del Mediterráneo. El desplome de la actividad económica y la la elevada tasa de desempleo son dos de las principales rémoras, pero desde luego no las únicas, que impiden a la Región retornar a la senda del crecimiento en medio de un clima de desconfianza y pesimismo. Los caminos para salir de la atonía y recuperar músculo no están claramente señalizados. Es más, todo está en cuestión o en permanente revisión, desde el modelo y la financiación del Estado autonómico hasta las políticas regionales en materia de turismo, urbanismo, educación e infraestructuras. Con ánimo constructivo y participativo, “La Verdad” quiere contribuir a aportar pistas que permitan dibujar una hoja de ruta para el futuro de la Región de la mano de sesenta expertos en distintas áreas, todos ellos especialistas sin adscripciones partidistas que están avalados por una brillante trayectoria profesional. Este foro de “La Verdad”, que recogerá también las aportaciones de los lectores a través de laverdad.es, se inicia el próximo domingo y continuará durante los nueve siguientes analizando una decena de áreas que hemos considerado estratégicas para el futuro de la Región. No esperamos que de estas mesas de debate surjan recetas mágicas, sencillamente porque no existen, pero sí un buen número de ideas, propuestas y reflexiones que contribuyan a iluminar a quienes tienen en su mano la responsabilidad de fijar las políticas de impulso a la Región. Aprender de errores pasados, identificar fortalezas y proponer agendas de prioridades a medio y largo plazo es siempre un sano ejercicio, al que también están obligados los medios de comunicación que históricamente han estado comprometidos con sus audiencias. Flaco favor haríamos desde los periódicos de papel y digitales si la vorágine de la actualidad diaria, siempre frenética, imprevisible y efimera, nos distrajera de ese compromiso editorial que nos impele a profundizar en lo relevante: aquello que construya Región y mejore la calidad de nuestra vida democrática. Este es el momento más oportuno para fomentar los debates en la sociedad civil. El tiempo vuela y se avecina una campaña electoral donde el foco de interés estará puesto en los mensajes de los candidatos a los ayuntamientos y a la Asamblea Regional. Entonces sería tarde porque el protagonismo lo asumirá, en exclusiva, la clase política.