De todas las manzanas podridas que dejó la crisis financiera internacional, hay una en el cesto especialmente indigesta y dañina que nos hizo despertar hace tiempo del sueño del pleno empleo. Es una amarga fruta que se desayunan todos los días más de cuatro millones de parados en España. No se atisba problema más lacerante que el elevado índice de desempleo que golpea indiscriminadamene a potencias y países empobrecidos. De la imperiosa necesidad de generar empleo habló esta semana Obama con los “gurús” del mundo digital, doce ejecutivos de Silicon Valley entre los que estaban Steve Jobs, de Apple, y Mark Zuckerberg, el creador de “Facebook”, la herramienta que galvanizó una ola de revueltas en el mundo árabe protagonizada por jóvenes con hambre de libertad y trabajo. Este pandémico desempleo también es nuestra mayor dolencia y lo será hasta que la economía española no crezca por encima del 3% del PIB, lo que aleja el saneamiento del mercado laboral hasta al menos 2012. Pero hay comunidades que sangran menos y saldrán antes del hoyo. Son aquellas con un tejido empresarial más competitivo, menos dependientes de la construcción y con trabajadores más cualificados. Murcia, Madrid y País Vasco fueron las únicas donde creció el número de ocupados en 2010, pero el desempleo en la Región alcanza una dramática tasa del 25% y hay 133.000 murcianos inscritos en las listas del paro. En páginas interiores de esta edición dominical recogemos los diagnósticos y propuestas que seis expertos en la materia intercambiaron en el primer “ForoLV”, impulsado por “La Verdad” para contribuir a enhebrar recetas contra la crisis en la Región. Dicen quienes saben que lo urgente es robustecer el sistema financiero para que fluya el crédito y apostar por sectores intensivos en mano de obra como medida de choque a la espera de nuevos nichos de empleo. Al mismo tiempo se aboga por impulsar la formación de los trabajadores y explorar estrategias en boga en la UE, como la llamada “flexiseguridad”, que combina la flexibilidad para contratar y despedir con garantías de seguridad para el empleado. Son ideas para el debate que salen a la luz dos días después de que el Gobierno central aprobara la reforma de las políticas activas de empleo. Según el ministro de Trabajo, el decreto ofrecerá mayor margen para que las comunidades diseñen planes a medida, aunque las gobernadas por el PP se quejan de que la reforma no fue consensuada y los sindicatos dicen que el fondo prometido no tiene aún dotación. Las encuestas son claras: el paro pasa factura y desgasta al Gobierno de Zapatero, pero también a los ejecutivos autonómicos. Para ver brotes verdes en el mercado laboral, los políticos deberán trabajar más y mejor.