El mismo politólogo malagueño que como empresario ofertaba en 2012 servicios para abrir sociedades opacas en Panamá acaba de cerrar dos acuerdos con los Ayuntamientos socialistas de Alhama de Murcia y Águilas en materia de transparencia, a través de una ONG, a cambio de unas módicas facturas de 17.400 y 6.700 euros, respectivamente. De la opacidad a la transparencia en un abrir y cerrar de ojos, todo dentro de la legalidad y aupado por los nuevos vientos de la regeneración, que por lo visto también dejan cuartos. La etapa de la opacidad no fructificó y eso que el aludido reconoce haber recibido una subvención de la Junta de Andalucía para abrir una delegación en Panamá. Ahora, aparentemente fuera del lado oscuro, asesora sobre regeneración por Murcia. Conclusión: el que no corre, vuela.