El sondeo electoral del Cemop que presentamos hoy avanza un escenario de fuerte castigo a los partidos mayoritarios en los comicios europeos del próximo domingo. Con una abstención en torno al 55%, casi un tercio de los votos irían a parar a UPyD, IU y nuevos partidos minoritarios, de celebrarse hoy las elecciones. No obstante, según la estimación de voto arrojada por la encuesta, el PP vencerá el domingo con holgura pese a que podría perder en la Región casi la mitad de los votantes que tuvo en las últimas legislativas. Para el PSOE, los pronósticos son especialmente preocupantes. A día de hoy, retrocedería diez puntos desde las últimas europeas y tres décimas desde las legislativas. Aunque aún restan seis días de campaña y los resultados que definitivamente cuentan son los que deparará el recuento del día 25, todo indica que el escenario final reflejará el desplome de los grandes y una creciente fragmentación del voto, con UPyD e IU en vertiginoso ascenso y la irrupción de pequeñas formaciones emergentes. La hegemonía del PP aún es sólida en la Región porque viene de muy arriba. Duplica en intención directa de voto al PSOE y quienes le retiran el respaldo se refugian sobre todo en la abstención. Se beneficia además de la ya pertinaz debilidad de los socialistas en la Región y de una especie de barrera ideológica que le hace ganar elección tras elección sin apenas oposición, pese a que en las encuestas obtiene un suspenso tras otro en la valoración de la acción de gobierno durante los últimos tres años. De hecho, si las urnas confirman los datos de la encuesta, el PP vencerá con nitidez aunque sufrirá la mayor caída y puede tener el peor resultado desde 1993 en la Región. La perspectiva para el PSOE es muy delicada. Si no mejora sus expectativas cosecharía, con el 20,6% de los votos, su resultado más negativo desde el inicio de la democracia. El bipartidismo está tocado en la Región y se vislumbra un nuevo mapa político donde actores marginales hasta ahora, como UPyD e IU, pueden tener el peso suficiente para ser decisivos en hipotéticas alianzas. La extrapolación de resultados de las europeas a las autonómicas de 2015 deberá hacerse tras el 25M con suma cautela porque la ley electoral y las cinco circunscripciones benefician a los dos mayoritarios. Dicho eso, el desgaste de los grandes y el ascenso de los pequeños puede deparar sorpresas relevantes en futuras convocatorias regionales, con nuevos cabezas de lista que son, a priori, toda una incógnita electoral. Es cierto que la evolución de la economía y del paro serán factores de peso en próximos comicios, pero los sondeos lanzan una nítida advertencia a quienes hoy gobiernan y a quienes se alejan un poco más de erigirse en alternativa. Pese al afán por diferenciar sus programas y su modo de gestionar la crisis, PP y PSOE pagan, en diferente grado, el desafecto hacia la clase política de una ciudadanía muy desencantada y, lamentablemente, menos dispuesta a ejercer su derecho al voto.