El Comité Ejecutivo Nacional de Ciudadanos abrió ayer expediente a sus cinco concejales de Molina de Segura por haber aupado al PSOE a la alcaldía sin consultar a la dirección, que hace meses dejó gobernar, con su abstención, a la lista más votada. Y en Alicante, donde gobierna el tripartito PSOE, Compromís y Guanyar (Podemos, IU y otros colectivos), el alcalde socialista y la citada coalición decidieron ayer expulsar a la concejala de Acción Social, Nerea Belmonte, de Podemos, por adjudicar un contrato a una empresa de reciente creación por dos compañeros de candidatura. Belmonte ha decidido no renunciar a su acta de edil y pasará al grupo de no adscritos, quedando el tripartito en minoría. Son casos diferentes, pero evidencian que los nuevos partidos no son inmunes a los viejos problemas de la política porque, obviamente, están hechos de la misma pasta humana. La diferencia estriba en la reacción de los partidos. Ahí es donde se juegan su crédito.