«Nos ha faltado piel», decía el bronceado Floriano en un ‘videoreality’ electoral del PP previo al 24M. Y después de pensarlo mucho Rajoy consumó una renovación de la cúpula popular que se queda en un aparente ‘lifting’, un cosmético estiramiento de piel y limpieza de cara del que salen despedidos el propio Floriano y González Pons. Si la comunicación y la renovación generacional eran dos de las causas del hundimiento popular, Rajoy no ayudó mucho con ese anuncio televisado con un plano fijo, en el que se veía dormitando a Arenas, que ahí sigue y seguirá, al igual que la secretaria general Cospedal, a la que no se vio ni nombró el presidente. Desplazada en la práctica por su mano derecha, Jorge Moragas, todo indica que Rajoy ha concluido que la solución del PP no es otra que él. Muda de piel y desembarca en Génova.