Hemos venido a jugar
Decía uno de mis todólogos preferidos, Ken Wilber, que esa nostalgia por ser niños es absurda: los niños son egocéntricos. Si se tapan los ojos, están convencidos de que nadie les ve. Conforme crecemos ampliamos la conciencia del mundo, del otro. Aunque siempre comulgo con lo que expone, esta vez me enroco. No. En marzo […]