La UMU impone de nuevo a un jefe de servicio en La Arrixaca, esta vez al de Otorrinolaringología, y corta de raíz las aspiraciones del actual director médico del hospital.

Que la Universidad de Murcia tiene cada vez mayor peso en los servicios asistenciales de La Arrixaca ya no lo pone en duda nadie. Paso a paso, la institución docente ha logrado -lógicamente con el apoyo de las ‘vacas sagradas’ de la sanidad regional- situar al frente de las especialidades médicas a facultativos que dan clase como profesores titulares en la Facultad de Medicina, en detrimento de otros profesionales con gran experiencia práctica, a pie de consulta, pero sin plaza fija en las aulas. Una política que ha generado una notable controversia entre quienes opinan que un hospital clínico, como está catalogado éste, debe nombrar a docentes de grado superior para dirigir los servicios y aquellos que defienden a ultranza las cualidades médicas por encima de las investigadoras. El caso es que los primeros están ganando el pulso, salvo alguna excepción (véase el nombramiento de José Luis Alonso como máximo responsable de Oncología, pese a los intentos de ciertos sectores de la UMU de relegar a un segundo plano al considerado ‘heredero legítimo’ de Agustín Navarrete).

El último episodio se ha producido en estos últimos días con la designación como nuevo jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Virgen de la Arrixaca del doctor Alfonso Medina Banegas, hasta ahora cabeza visible de la sección de otorrino del Hospital Reina Sofía y profesor titular de la Universidad. Este archenero de sesenta y pocos años -no le queda mucho para jubilarse- sustituye a Rafael Pérez Aguilera, que sale del centro sanitario en el que ha trabajado la mayor parte de su vida laboral y que deja como legado, principalmente, importantes avances en el tratamiento de enfermedades auditivas en los niños. Entre sus méritos, poner en marcha el programa de implante coclear en la ciudad sanitaria, todo un hito que actualmente evita que numerosos menores se vean obligados a salir de la Región de Murcia para ser tratados.

Medina Banegas ha trabajado anteriormente en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, luego se trasladó al Virgen del Castillo de Yecla y más tarde se incorporó al Reina Sofía (antiguo Hospital General). Ahora emprende una nueva etapa en el centro hospitalario de referencia la Región y uno de los diez más importantes de España. Su puesto en el hospital del barrio murciano de Vistabella será ocupado por Diego Hellín Meseguer, que paradójicamente desempeñaba ahora su trabajo en La Arrixaca.

El otro aspirante a ocupar la jefatura de Otorrino de La Arrixaca se ha quedado a las puertas de conseguirlo. José Domingo Cubillana, especialista en otorrinolaringología y director médico del hospital de El Palmar desde octubre de 2011, se había postulado para ser el relevo de Pérez Aguilera, pero, una vez más, los ‘pesos pesados’ de la Universidad han impuesto a su candidato y el Servicio Murciano de Salud se ha limitado a dar el visto bueno. Cubillana, al contrario que García Medina, no es profesor titular -ni siquiera asociado- en la UMU, un requisito indispensable a tenor de cómo se están desarrollando los acontecimientos cada vez que se produce un nombramiento de este rango. Sí figura, en cambio, entre el personal docente del Master Universitario de Audiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica San Antonio de Murcia.

Conviene recordar aquí el rechazo frontal que desde las altas esferas de la universidad pública, y en concreto por parte del Decanato de Medicina, se ha mostrado siempre hacia la puesta en marcha del grado de Medicina en la Ucam, una titulación que imparte ya su segundo curso de manera oficial en el campus de Los Jerónimos.

En la imagen, los otorrinos Alfonso Medina Banegas y José Domingo Cubillana.