José Luis Alonso, director de la Unidad de Mama, relevará en el cargo al todavía jefe de Oncología de la ciudad sanitaria. De nada han servido las presiones desde algunos sectores de la Universidad de Murcia para que el nuevo líder del servicio fuera un médico con un perfil más docente e investigador que asistencial

Uno de los mayores pesos pesados de la sanidad murciana está a punto de decir adiós a más de 40 años de carrera al servicio del sistema asistencial público. Agustín Navarrete, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca, se jubila el próximo 15 de julio, día en que cumplirá 70 años, edad límite para seguir ejerciendo la Medicina en un centro de titularidad pública. Otro ‘pata negra’ al que le llega el momento de coger la salida de un largo camino para dejar paso a las nuevas generaciones.

Aunque a él le hubiese gustado despedirse en un acto casi familiar, sin repercusión mediática -eso al menos ha comentado a sus más allegados-, al final no ha tenido más remedio que aceptar la celebración de una cena homenaje que se prevé muy concurrida. Será el próximo viernes 21 de junio, en el restaurante La Cabaña de La Finca Buenavista (El Palmar), a apenas un kilómetro del hospital en el que ha pasado más tiempo que en su propia casa. En los pasillos del ‘buque insignia’ de la sanidad regional se pueden ver carteles anunciando el evento e invitando a asistir al mismo. El precio son 80 euros, en los que va incluida la parte que se destinará al regalo o regalos que le entregarán como recuerdo. “Será una velada cargada de emociones y de bonitos recuerdos”, comenta un veterano facultativo de la ciudad sanitaria.

Si en otros servicios de La Arrixaca, que también se han quedado recientemente sin máximo responsable, existen dudas e indecisión a la hora de elegir a un sucesor, en el caso de Oncología no ocurre lo mismo. La persona que sustituirá a Agustín Navarrete se llama José Luis Alonso Romero, actual jefe de sección de Oncología Médica y director de la Unidad de Mama del hospital murciano, considerado además desde hace tiempo ‘delfín’ de Navarrete, quien nunca ha ocultado su predilección por el que considera un hombre respetado por todos los jefes de servicio de La Arrixaca, por sus compañeros de departamento, e incluso en el seno de organismos nacionales como la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Navarrete se va, pero lo deja todo atado y bien atado.

Sin embargo, no han faltado quienes han intentado colocar al frente del Servicio de Oncología de La Arrixaca a otro médico con un perfil más docente e investigador que asistencial, rasgo éste último que caracteriza a José Luis Alonso, que además cuenta con el cariño de la mayoría de los pacientes que han pasado por sus manos; el trato humano constituye una de sus virtudes. Fuentes de total solvencia confirman que desde ciertos sectores de la Universidad de Murcia se han intentado dar algunos pasos para que Alonso no cogiera el testigo de Navarrete, sino que fuera un oncólogo de otro hospital de Murcia capital, muy ligado a la Facultad de Medicina de la UMU, quien diera el salto a la ciudad sanitaria. Pero nadie pone en tela de juicio que el poder de elección de Navarrete terminará imponiéndose y el doctor Alonso, que también da clases como profesor asociado de la Universidad de Murcia, ocupará el despacho en el que durante tantos años ha colgado su bata blanca el de Albox.