Claro está que estos cambios de temperatura tan extremos durante el día depende del sitio en el que vivas, por supuesto. Por ejemplo, ayer me dijo una amiga que cómo podía llevar todavía sandalias en Instagram, creo que todos los que vivan en Murcia pueden responder perfectamente esa pregunta.
Es cierto que yo tengo mi propio microclima, casi siempre tengo calor, pero quitando esos días de lluvia -sí, en Murcia también llueve a veces- que dejan un día más fresco de lo normal, la verdad es que no entiendo cuando dicen que se pasa frío en Murcia. ¿Qué es una ciudad húmeda? Te lo compro. ¿Qué las casas no están habilitadas para esa humedad y cuando hace un pelín más de fresco? Hay que tener en cuenta que ese concepto de calefacción central madrileño en el que te tiras todo el invierno en tirantes y shorts (yo por lo menos me aso como un pollo), no se lleva en todas las ciudades. Así que también lo compro, ¿pero que hace frío en Murcia?, lo siento pero me niego.
Lo que sí creo es que hay más contrastes en las temperaturas debido a la humedad, es por eso que a partir de ahora empieza esa época del año en la que parecemos cebollas, con mil capas de ropa dependiendo de la hora del día, de cómo esté el termostato de tu oficina, el de tu coche, de tu casa, etc…
Conclusión, que yo opto por este tipo de looks, pantalones largos, pero no muy gordos, o una falda plisada con un crop top o una camiseta básica y con eso ya puedes jugar poniéndote una rebeca, una blazer, una chaqueta, pañuelo y encima un abrigo para los más frioleros. Digamos que lo que yo llevo en el post es la base sobre la que vas poniendo encima las capas.
Y sí sigo con cuñas, de momento… ¡hasta el próximo post!