Desde que empezara la pandemia hace casi un año, nos persigue esa sensación de que la vida sigue sin nosotros. Si encima teletrabajas, es un eterno día de la marmota.
Durante la primera ola, el pensamiento generalizado era el de ir dejando pasar los días porque ‘pronto’ acabaría todo. Aguantar la ‘racha’ para volver a la ‘normalidad’. Todo entre comillas, claro, porque desde marzo de 2020 todo está cogido con pinzas. Y a ver quién es el guapo que dice lo contrario (excepto los políticos claro). El caso es que cuando llevas un año en la misma situación, deja de ser un racha para convertirse en un modo de vida.
No sabemos con seguridad si se va a alargar más o menos, así que dejar pasar los días esperando a que llegue ‘el momento’ sí es una pérdida de tiempo. Es por eso que me he propuesto retomar hobbies que ha había dejado atrás por falta de tiempo, de espacio, por pereza o porque es muy aparatoso. Hablo de pintar, pero no de pintar cualquier cosa, sino de hacer ‘guarrerías’ abstractas y que luego queden hasta chulas. Es una forma increíble de desconectar y puedes usar los colores que quieras según tu estado. Al final ese estado de ánimo queda plasmado en cada lienzo.
Os dejo aquí abajo el vídeo del último que hicimos. Espero que os guste la idea. ¡Hasta el próximo post!
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