En este eterno día de la marmota que nos presenta la pandemia, se nos hace raro el momento en que haya que volver. El otro día hablé con una amiga con la que viví en Madrid y que ha vuelto a su tierra porque está teletrabajando -vamos un poco la misma situación en la que me encuentro yo- y mientras hablamos repetimos la frase de “Parece mentira…” como cincuenta veces. Esa época en la que vivimos juntas se empieza a disipar y parece que fue hace 30 años. ¿Pasará lo mismo en este impás coronavirico? ¿Empezaremos a tener borroso todo este año hasta olvidarnos de él?
Es curioso cómo te acuerdas de cosas que te pasaron con 10 años pero luego tu mente decide borrar casi un año entero de vida. Me gustaría pensar que, ahora con las vacunas, habremos aprendido algo de este año.
Con la crisis sanitaria ha quedado de manifiesto una serie de injusticias no legisladas, y un montón de situaciones no contempladas en ningún escrito debido a la novedad de la situación, pero… ¿realmente es tan nueva? Quiero decir, ¿no hemos tenido ningún ejemplo al que acudir para copiarlo o eludirlo? Creo que con todo esto de la pandemia, hemos perdido esa sensación de protección y seguridad por parte del estado, eso de: “No, eso en España nunca pasaría”. PUES SÍ, SÍ QUE PASA.
Ahora apretará la crisis económica y de eso, por desgracia, sí que tenemos muchos ejemplos a los que acudir. Quien olvida la historia está condenado a repetirla. Y en España, como dice Peréz-Reverte, tenemos muy mala memoria.
Solo tiramos de hemeroteca cuando nos interesa.