En un ambiente chill out con las sillas puestas ordenadamente y con la única iluminación de las estrellas, el escenario y las pequeñas lucecitas repartidas por todo el recinto, hacen de las Noches del Malecón un plan perfecto para verano.
Yo estuve con una amiga en el concierto de Álvaro de Luna -que empezaba a las 22:00- y llegamos dos horas y media antes pensando que así estaríamos las primeras en la cola. Nada más lejos de la realidad. Había una cola respetable cuando llegamos (he grabado un vídeo del evento, lo pongo abajo del todo). Lo bueno del sitio, es que el ancho del aforo es bastante más grande que el escenario por lo que al final cogimos buenos sitios para ver cerquita al autor de Juramento eterno de sal.
El concierto se hizo corto, además puedes comer y beber dentro, pero siempre respetando la distancia de seguridad y llevando la mascarillas (más todavía si quieres cantar) y no se puede fumar dentro del recinto, tampoco salir de él para fumar y después entrar de nuevo. Si sales por el pitillo, ya te quedas fuera.
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