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Antonio Arco

Una palabra tuya

Que los muertos cuiden de los muertos

LA OBRA. Título: ‘Cuando deje de llover’. Autor: Andrew Bovell. Intérpretes: Jorge Muriel, Pilar Gómez, Ascen López, Pepe Ocio, Susi Sánchez, Ángela Villar, Felipe G. Vélez, Francisco Olmo, Borja Maestre. Escenografía y vídeo: Iván Arroyo. Iluminación: Jesús Almendro. Música original: Iñaki Rubio. Vestuario: Berta Gasset. Dirección: Julián Fuentes Reta. Representación: Teatro Circo Murcia (TCM), viernes 8 de abril de 2016. Calificación: Muy buena.

El montaje es espléndido, y sorprendente, y doloroso, poético, hermoso y esperanzador de principio a fin, y eso que en el TCM no se disfrutó –lástima– de las videoproyecciones de Iván Arroyo. Te seduce, hasta caer rendido, como lo haría la más diestra y desalmada criatura de la noche, o un cruce de piernas especialmente dedicado de Sharon Stone, o una madrugada mágica de historias de alienígenas junto al fuego y con un buen vino, o una deseada declaración de amor en mitad de un océano estrellado; o incluso sin Luna. Quiero decir que la sensación de extraña felicidad y de esperanza en el futuro y en nosotros mismos –pese a todo lo que uno ve y oye durante la función– es muy gratificante. Estamos ante una experiencia sanadora. Acaba la función y parece que has hecho un larguísimo viaje, entre Europa y Australia a lo largo de muchos años –concretamente entre 1959 y ¡2039!–, y te apetece una ducha de agua caliente y abrazarte a alguien durante toda la noche. Porque ‘Cuando deje de llover’ saca a la luz las heridas escondidas que llevas arrastrando durante demasiado tiempo, y sitúa al espectador ante las sombras de su pasado, los secretos familiares, los odios, celos, recelos, tristezas, mentiras y silencios que anidan en todas y cada una de las familias, de generación en generación. Los protagonistas de ‘Cuando deje de llover’ son mujeres y hombres, pertenecientes a cuatro generaciones, que han heredado la facilidad con la que la vida les vapulea.
La lluvia que cae insistentemente es un alimento para nuestros fantasmas, los errores de nuestro pasado y los delitos y miserias de nuestros antepasados que, de un modo u otro, siguen adheridos a nuestras pulsaciones de cada día. Haciendo fuerte el miedo a la verdad, a reconocer los golpes infringidos a otros y a cargar con ellos… Y el miedo a empezar de nuevo.
No sobra ni una coma en el texto sobresaliente de Andrew Bovell, ni está de más un solo gesto de todos cuantos ayudan a hacer creíbles las historias de unos personajes a los que dan vida unos intérpretes que se entregan todos a una, y a los que ha dirigido de maravilla Julián Fuentes Reta: con el mimo, la pasión y la entrega de quien concibe el teatro como un acto sagrado. Como ese lugar donde el hombre se encuentra con el hombre, sin máscaras: con el mayor de los recelos y la necesidad total de entenderse, de apoyarse. Siendo como es ‘Cuando deje de llover’ un drama de proporciones muy superiores a los servidos por Eugene O’Neill, por ejemplo, y construido en esa línea de rastrear sin temor en la brutalidad humana tan propio de las obras de Wajdi Mouawad, el caso curioso es que no quieres que cese la lluvia de esta función, que concluya este poético milagro teatral.
Dos horas que pasan en un vuelo de águila real. Dos horas en las que hombres y mujeres, condenados a pagar cara la pedofilia con la que uno de ellos sembró un día el mundo de ruina y vergüenza, muestran de un modo endiabladamente conmovedor y realista su tristeza, soledad, desamparo y necesidad de entender por qué han sido abandonados. Personajes que, necesitados como todos de comprensión, buscan unos el perdón, otros un motivo para seguir adelante, todos un poco de amor y, los más injustamente tratados por la vida, poder, por fin, descansar en paz.

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Sobre el autor

Junto a una selección de entrevistas y críticas teatrales, el lector encontrará aquí, agrupados desde enero de 2016, los artículos de Opinión publicados los domingos en la contraportada de ‘La Verdad’, ilustrados por el fotógrafo Pepe H y el publicista y diseñador gráfico Nacho Rodríguez. Antonio Arco estudió Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid. Periodista cultural y crítico teatral, una selección de sus trabajos periodísticos se recoge en los libros de entrevistas ‘Rostros de Murcia’ (1996), ‘Mujeres. Entrevistas a 31 triunfadoras’ (2000), ‘Monstruos. Entrevistas con los grandes del flamenco’ (2004), ‘Sal al Teatro. Momentos mágicos del Festival de San Javier’ (2004) y ‘¿En qué estábamos pensando? (Antes y después de la crisis. Entrevistas con filósofos, poetas y creadores)’ (2017). Finalista de los premios ‘La buena prensa' 2016.


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