Cuando me tienda en la vejez
como en un mal cerrado sepulcro
maldeciré tu loco nombre
sólo porque esta noche
enajenado y absorto en tu cuerpo
he deseado que fueras eterna
y no sabía si pegarte o llorar
FÉLIX GRANDE
Las rubáiyátas
Después de pensarlo y pensarlo
después de mucho meditarlo
he llegado a la conclusión
de que la sonrisa
la tímida sonrisa
sea tal vez una prueba
de la existencia de Dios.
La sonrisa de los niños africanos
me hace creer que a lo mejor el pobre Dios
no sabe cómo perdonarnos
y debe andar metido en algún rincón de su cielo
llorando sin parar.
FRANCISCA AGUIRRE
HISTORIA DE UNA ANATOMÍA
FRANCISCA AGUIRRE (Alicante, 1930)
Tuvo que llegar a los 42 años para que viese la luz su primer poemario, Ítaca, que le valió el premio Leopoldo Panero en 1971. A partir de ahí, el camino de la rapsoda ha estado lleno de luces. Acaba de ganar el Premio Nacional de Poesía en 2011 por su Historia de una anatomía, trabajo que también recibió el premioMiguel Hernández 2010. Se siente perteneciente a la generación del 98 (“paciente, sin prisas”) y hace suya la frase de Machado: “el arte es largo y además no importa, porque lo único que importa es la vida”.
FÉLIX GRANDE (Mérida, 1937)
Considerado uno de los grandes renovadores de la poesía española de los 60, su vocación artística fue musical antes que literaria, pues era guitarrista flamenco. Aunque cambió las cuerdas por las letras, su labor como flamencólogo no es nada desdeñable, con estudios sobre Paco de Lucía y Camarón o el propio García Lorca. De inspiración machadiana inicial, su obra evolucionó hacia una profundización mayor sobre las letras y el erotismo. Ha obtenido numerosos galardones, entre ellos el Premio Adonais por Las piedras (1963) y el Nacional de Poesía por Las rubáiyatas de Horacio Martín (1978).
Paca Aguirre y Félix Grande esta tarde (20,00 horas) en la Biblioteca Salvador García Aguilar dentro de “Escritores en su tinta”