Queridos, acabo de ver Burton Fink (Hermanos Coen, 1991). El pasillo de ese hotel de pesadilla, de fantasmas, me ha recordado inevitablemente a “El resplandor” (The shining. Stanley Kubrick, 1977)
Hay paralelismos entre ambas películas. Los protagonistas son escritores sin inspiración que habitan una atmósfera asfixiante. El calor de L.A, el cuartucho infame de Burton, por un lado; y el frío glacial, el aislamiento terrible del hotel Overlook, por otro: nieve blanca, inclemente, excesiva en las montañas de Colorado.
Os muestro varias instantáneas de estas películas y otras donde los pasillos responden a un concepto de frialdad, aislamiento, incertidumbre y la posibilidad de encontrar en ellos habitantes que estén más allá que acá.
¿Por qué creéis que los pasillos dan tanto, tanto miedo?