Señor, librame de los castos
Siempre he desconfiado de aquellos que repudian el sexo. Dios, en su infinita sabiduría, puso pene y vulvita en aquellos lugares para nuestra felicidad. Decía Woody Allen que el buen sexo siempre es sucio. Cierto, pero más sucio es el cotilleo que los tocamientos por los paseos de las delicias. Ese arte tan español. […]