Besos que alimentan
Seguro que tenéis en la mente más de un beso. En vuestra cabeza aparecen con todo lujo de detalles el lugar, los olores que lo acompañaban, el ruido que rodeaba aquel momento; la temperatura corporal; quizá el rubor, la sudoración excesiva y la adrenalina –como un rayo– que atravesaba vuestras venas. Rápido, un pitillo. […]