Pero si son de tu boca (esos conciertos que ni frío ni calor) | Vivir en el filo - Blogs laverdad.es >

Blogs

Lola Gracia

Vivir en el filo

Pero si son de tu boca (esos conciertos que ni frío ni calor)

 

 

Alejandro Sanz no es una estrella. Es el chico de la puerta de al lado. Sus seguidores son sus amigas, sus colegas. Parece que está con nosotros desde siempre. Sanz, que tiene dos discos brillantes: “Mas” y “No es lo mismo” y alrededor de seis o siete canciones que se quedarán en el imaginario colectivo, es un vecino que viene a Murcia a dar un concierto. Da igual lo que haga, que repita el mismo chiste toda la noche: “Esta canción la acabo de componer y la voy a estrenar con ustedes. Estoy un poco nervioso. A ver si les gusta”. Canta “Mi soledad y yo”. Repite el chiste y canta “El corazón partío”. Y así.

Sanz es buenrollista y su público también. Todos vitorean, le siguen las bromas, cantan, aplauden el video de Greenpeace que suelta justo antes del concierto donde aparece él, in person .

Alejandro, ¡Ay Alejandro!, tan querido, con más de nueve millones de seguidores en Twitter, con su cara de niño bueno, su puñado de letras hermosas, su directo impecable (buenos músicos, coristas macizas con gran voz, guitarras, preciosas proyecciones, iluminación fantástica y público entregado) a mi no me llega. No me emociona Sanz. Ya me hubiese gustado decir otra cosa.

Creo que “Cuando nadie me ve” es su mejor canción. Me chirrió el sólo de guitarra de pegote final. Me disgustaron en verdad todos los solos de guitarra hiperbólicos del concierto y eché de menos algo de emoción. Alejandro Sanz es lo que te esperas de él y por eso gusta tanto –imagino–pero se supone que en un concierto en directo deben existir las sorpresas. Y yo no las vi.

Buen tipo, Alejandro Sanz. Un buscador de oro de la música. De vez en cuando encuentra una pepita y la explota. Fiel a su público y amigo de sus amigos. Así que, lo de la otra noche en Murcia, más que un concierto, fue un encuentro  incondicional entre Alejandro y su gente, arropado con una gran banda vestida de total black y aire ochentero (parece que sólo Madonna se atreve con los colorines);  Músicos buenos, algún viento pregrabado, una tompetista vestida de Janis Joplin y tres guitarras eléctricas.

Este currante  hizo un bolo más, correcto, y sus colegas del foso, de las gradas ,todos, acabaron bailando con los brazos ” vale, que a lo mejor lo merecemos, bueno, pero la voz no la vendemos, puerta, y lo que opinen de nosotros…léeme los labios, a mi me vale madre”. Sus vecinos de la puerta de al lado, encantados de verle y de verse. Y Alejandro: “Murcia, no digo ná y te lo digo tó”. Y ellos, felices.  Bien le podían haber cantado a su ídolo: “Son esos conciertos que ni frío ni calor, pero si son de tu boca, también los quiero yo”

Temas

Relaciones, amor, vida. Lo que de verdad importa

Sobre el autor

Periodista por la Universidad Complutense de Madrid, escritora y gestora cultural. Investigadora de las relaciones humanas. Máster en sexología por la Universidad de Alcalá de Henares. Desarrollo trabajos como directora de comunicación


junio 2013
MTWTFSS
     12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930