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Lola Gracia

Vivir en el filo

Desde Arturo hasta Bale














Bale me gusta. Yo lo adoptaría ya mismo, incluso con su carita algo simiesca y esa tendencia a la cejijunticia imposible de disimular. Me lo imagino, pobre , sometido a depilaciones in extremis. Lo adoptaría a pesar de sus orejas, menos volanderas que antaño tras la cirugía. Bale mola y Bale lo vale porque meterá goles y porque es una máquina de hacer dinero. 



 A los tíos no les gusta nada. Es normal. Porque el chiquillo está muy bueno. Guapo no es, of course, pero tiene esa cosa viril y simpática. Ese charme encantador tan lejano de las caras bonitas como Leonardo Dicaprio. A todas nos recuerda a Batman, o a un androide peinado al estilo Grease. A todas nos encanta que siga con su novia de toda la vida a pesar de la fama y los millones. 



 Bale destila ese coraje propio de los galeses. Inferior al de sus vecinos de Escocia –que a machotes no les gana nadie– pero nada desdeñable. Y es que eso de llevar Kilt imprime carácter. Con los fríos de aquellas tierras y que ellos vayan con la cosa al aire les presupone valor y calorías como mínimo. No soy la única que ha sucumbido al encanto de los hombres en faldita de cuadros, hay todo un género de novela romántica protagonizado, atención, por hombres en Kilt. Digo yo que debe tener un morbazo que te pasas eso de saber que tu adán tiene aquello tan disponible para un aquí te pillo, aquí te mato



 Bale es galés y Gales es la tierra del portentoso Richard Burton, del tigre de ídem, Tom Jones, y de otro Bale, el brillante intérprete de American Psycho, Christian Bale, así como del aventurero Lawrence de Arabia o maravillosos autores como Dylan Thomas o Roald Dahl.

No sólo eso, la leyenda artúrica radica en Gales y toda ella está repleta de símbolos de potencia y vigor. De hecho, el propio Arturo es hijo del deseo de Uther por Ingrain, la esposa de su mayor enemigo, Gorlois (tras un encantamiento de Merlín se hace pasar por el marido y yace con Ingrain, que quedará encinta de Arturo).

Arturo y su espada son un símbolo fálico. La copa, el santo grial ,es por contra, la representación de la femeneidad, el ovario femenino. Por eso los caballeros se pasan la vida buscando tal tesoro y por eso el rey cobra valor cuando consigue extraer el arma de la piedra. Ya es un hombre hecho y derecho, ya puede reinar. Ya tiene el arma…dura.

Creo que todos estos de la mesa redonda eran unos cachondos sobrenaturales siempre con la lanza dispuesta . Gareth viene a significar eso, según mi amigo Mariano Pérez Ródenas: lanza dura. Lo que yo te diga, unos cachondos.



 Bale tiene mucho que demostrar. Sus detractores son legión por la millonada que ha pagado el Madrid por él en tiempos de crisis y porque ha llegado con el boom mediático propio de las grandes estrellas . Un blog de The Guardian asegura que con los 100 millones de euros que ha costado Bale se podrían pagar 25 millones de raciones de patatas bravas y dar trabajo a casi 4.000 desempleados durante un año.

A pesar de todo, yo creo en el chiquillo que dibuja corazones con sus manos y me gustaría creer que hizo suyo el consejo del gran Dahl: “Si piensas llegar a alguna parte en la vida, tienes que leer muchos libros”. Quién sabe, quizá algún día los grandes fichajes también se midan por su cultura, aparte de por su coraje en el campo de juego.

Temas

Relaciones, amor, vida. Lo que de verdad importa

Sobre el autor

Periodista por la Universidad Complutense de Madrid, escritora y gestora cultural. Investigadora de las relaciones humanas. Máster en sexología por la Universidad de Alcalá de Henares. Desarrollo trabajos como directora de comunicación


septiembre 2013
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