Soy una firme creyente de la empatía. Mi error es que, a veces, empatizo tanto con el de al lado que me perjudico. Me ha pasado mucho. Hay momentos en los que hay que decir BASTA.
Ayer me pareció muy bien la arenga que aquel periodista lanzó a los etarras que se reunieron en un matadero de Durango. No podía estar más de acuerdo con él. Creo que muchos de nosotros sentimos igual. Pues bien, lo creáis o no, otros periodistas colegas consideran que fue un acto impropio, que el periodista en cuestión estaba adoctrinado y esgrimían algo parecido a esto: “como es Intereconomía vamos a atacarlo porque es un medio de derechas”.
Estoy harta de la superioridad moral de alguna izquierda y de la tontería de algunos periodistas de izquierda (Y os lo dice alguien que se considera de izquierdas). Un auténtico periodista debe saber estar en un punto de observación. Puede tener sus simpatías o antipatías pero lo que falta en nuestro país, sobre todo, es SENTIDO DEMOCRÁTICO por parte de todos.
Por parte de la izquierda que se siente superior y por parte de la derecha que, a la chita callando, acomete reformas que agreden de muerte al estado de bienestar y el derecho de las personas, como la reciente modificación de Ley del Aborto.
Llevo años diciéndolo. Cuando trabajé en comunicación dentro de una Administración veía con claridad que es imposible hablar, imposible ser diferente en un entorno como aquel y que cuando hay cambio de gobierno, los primeros que caen son los periodistas de un ala o del otra, dependiendo quien esté.
Los que intentamos mantenernos al margen de un partido o de otro lo tenemos aún peor. Lo tenemos francamente jodido. Así de claro.
¿Cual es nuestro destino?
Yo os lo diré: el autoempleo si tenemos suerte y conseguimos buenos clientes o, directamente, trabajos de mierda por sueldos de mierda.
Es muy fácil ser insobornable desde una trinchera en la que estás protegido y resguardado. Lo difícil es ser insobornable y contar con opiniones diferentes en territorio “enemigo”.
Hemos de aprender a escuchar puntos de vista contrarios a los nuestros
A este país le pierden los sectarismos.
Siempre seremos un Estado endeble, triste, mediocre.
PD. EL PERIODISTA EN CUESTIÓN SE LLAMA Cake Minuesa