Mejor esperar y cruzar los dedos
Le conté a Jose, mi marido, lo que me dijo el médico mientras cenábamos, a las 11 de la noche, cuando la nena nos da la tregua. Después de pasar las horas, parecía que la cosa era menos grave, además contaba con que él iba a encontrar como siempre la explicación más positiva para todo […]