De sopetón
Esa misma tarde teníamos que cerrar un contrato de alquiler, así que me lo monté para que coincidiéramos todos en la inmobiliaria. Firmaríamos y luego, mientras tomábamos un café, les contaría. Y así fue, tras una comparecencia más que lamentable ante los agentes inmobiliarios y la otra parte (yo estaba desquiciada), nos fuimos a tomar […]