Para no perder las buenas costumbres
¡Maldita sea! ¡Ha ocurrido! Yo lo sabía, me lo imaginaba, todo iba demasiado bien para ser verdad… Si, si, si, yo también soy víctima de un complot, de una confabulación, de un pacto ilegítimo que me empieza a repatear los higadillos. Mis piernas han pactado con mi estiticista. Así es, estoy desde mayo esperando que […]