Otra, que también quiere seguir la estela de Obama, ha sido más innovadora. Se ha declarado en huelga de respirar ‘malos humos’. Y ha cambiado de aires.
A las dos les deseo mucha suerte en el futuro, y les adelanto -como oráculo- que la vida, a buen seguro, les tiene preparada una compensación. Porque aprender las lecciones cuesta, y mucho, casi siempre.
Yo también voy a apostar por el medio ambiente. En cuanto las fuerzas me lo permitan. Volveré a viajar en autobús. Me comprometo a ello. Será otra señal más de que la normalidad vuelve, poco a poco, en la medida de lo posible.
Mientras, espero con ilusión la llegada del 30e. Si, si, estoy contenta. Ya pasaron las etapas del miedo, enfado, frustación, debilidad y otras. Ahora estoy como una nena con zapatos nuevos ¡Ha pasado un año!
Estoy preparando algunas cosas, y haciendo otras. Seguiré informando.
“Yo soy mamá y tu cariño”
Es el juego favorito de mi hija. Me propone cambiar los roles y, claro, como yo le digo ‘cariño’ a todas horas, luego doy lugar a estas confusiones. Debo comenzar a decirle lo que es… ¡Guapísima, supergraciosa, cielo, corazón!
El jueves tengo cita con la psico-oncóloga, por fin. Y la semana que viene con el tribunal que debe decidir si me prolongan la baja o no, lo que supondría contrariar a mi oncóloga. Ya veremos.