Madrid marcó mi agenda durante la semana pasada. Llevaba varios días preparando un viaje que, pese a que finalmente no se pudo desarrollar como estaba previsto, me ha aportado mucho personal y profesionalmente.
La cita; el proyecto de Koen Suidgeest, de El Rayo Films, por el que está confeccionando un libro con las imágenes de decenas de mujeres afectadas por cáncer que hemos querido participar mostrando así las ‘heridas de guerra’ que nos ha dejado la lucha contra una enfermedad y con las que vivimos a diario.
El proyecto se está desarrollando en colaboración con el Grupo Español de Pacientes con Cáncer, Gepac, y será editado próximamente por la editorial Liniazero de Barcelona. (Si alguien más quiere participar puede hacerlo contactando con marialuisa@elrayofilms.com)
Ni qué decir tiene que la recompensa será siempre saber que nuestra imagen puede ayudar a otras personas y familiares a vencer al miedo que causa la palabra cáncer y las secuelas de los tratamientos. Al menos, así es como yo me lo he planteado, porque estuve esperando una oferta de Interviú, pero no llegaba. 😉
Lo mejor de este proyecto es que llegó a mi de la mano de otra iniciativa aún más emotiva y enriquecedora; la presentación del libro de Eva Márquez ‘Cuando la lluvia no te alcanza’. Eva escribió este poemario mientras una de sus hermanas recibía el diagnóstico y se enfrentaba a la enfermedad, de la que afortunadamente se está recuperando.
El acto fue emotivo, enriquecedor, solidario, informativo. Pero sobre todo resultó ser transgresor al superar muchas barreras y reunir, en torno a una serie de maravillosos poemas, inquietud, conocimientos y experiencias personales en torno al cáncer de mama, el hilo conductor de todo.
Porque la poetisa donó generosamente parte del tiempo de que disponía para su libro, con el fin de que la presentación se convirtiera en algo más, en una muestra de nuestras visiones; el proyecto de Koen, la información médica y las experiencias de un grupo de mujeres que nos desplazamos desde distintos puntos de España para participar.
Eva es fantástica, como también lo es Koen y María Luisa Fernández (también de El Rayo Films), pero aún más fantásticas son las mujeres que me acompañaron en la última parte del acto, la de las intervenciones personales. ¡Cuánta fuerza! La energía que se desplegó en ese momento en el foro de la Fnac de Paseo de la Castellana.
Porque, en ese momento la vida se abrió paso una vez más entre el público asistente (que fue mucho) para mostrarnos a todos que somos mucho más fuertes de lo que pensamos. Al menos, eso fue lo que yo transmití durante mi intervención. Junto a mi, luciendo como soles, un grupo de mujeres extraordinarias expresaron igualmente lo vivido. Entre todas, quisiera destacar la presencia de alguien que luchó en 2008, como yo. Una periodista extraordinaria que también se lanzó a escribir un blog para relatar su experiencia en torno al cáncer; Dulós Domenech. Ella y yo nos seguimos mutuamente a través de nuestros blogs y tuvimos conocimiento de cada fase de la enfermedad, algo que según pude comprobar el jueves en Madrid, une mucho incluso en la distancia. Porque cuando finalmente nos pudimos encontrar, descubrimos que ya sabíamos mucho la una de la otra, que nuestras experiencias en determinadas áreas de nuestras vidas eran similares y que eso es algo que, no solo no vamos a olvidar, sino que nos va a mantener unidas en el futuro.
¡Gracias a todas por vuestra extraordinaria calidad humana, vuestra fuerza y vuestra energía positiva!
De izquierda a derecha: Dulós, Luisa, yo, Noelia, María Hortensia, Paloma, Sonia, Eva y Paz
¡Ah! Y gracias también a mi compañía: Frisco y Paulita 😉 por recorrer junto a mi más de 800 kilómetros en pocas horas.
Si alguien quiere escuchar el acto: