García Martínez – 29 junio 1993
A Solchaga lo van a nombrar- me han dicho- portavoz del congreso del grupo parlamentario socialista en el Congreso. Este es el mismo Solchaga que viene ejerciendo de ministro de Economía. De ahí las prisas. Y sustituira a uno de barba blanca, que le llaman Martín Toval. Este Martín da la sensación de ser un poco frescales.
Son los guerristas y los sindicalistas quienes protestan por el nuevo papel que deberá juzgar solchaga. No entiedo yo los motivos. Pues menos daño hará el navarro en el congreso- donde no sera sino vocero de otros- que en el ministerio economico.
El ya mentado Toval, por muy así que sea, ¿Qué perjuicios nos ha causado? Ninguno que sea importante. A redondo no le gusta Solchaga en el hemiciclo porque opina que es un cargo-¡ay!-emblemático. Mas le valiera a redondo, en estos momentos, tentarse la ropa y procurar que los propios suyos no se le carguen él mismo. Que aquí, la procesión va por los barrios.
Yo no se- porque no soy de aquí- cuánta culpa le corresponde a Solchaga en la perdición a la que nos ha llevado a los españoles en estos últimos años. Si fuera el responsable máximo, razón de más para enviarlo de pregonero al grupo parlamentario.
Lo Único que tiene que hacer allí es discutir con la oposición- lo que ni daña, ni beneficia- y hacerle la pelota al Gobierno en el poder. Yo, la verdad, lo prefiero en el escaño mejor que en el escoñe.