García Martínez – 19 octubre 1993
Don Manuel si es que es un incombustible, un producto para de aquí a la eternidad. Y no los del PSOE que, por estar doce años de nada montados en la burra, ya que los tildan de resistentes a la combustión. Fraga lleva siete siglos en el negocio este de gobernar, asustando y encantado al mismo tiempo a los españoles. (Sólo porque fue el socio del ultimo caudillo ha tenido el hombre que oír como le decían de todo. Pero tampoco el se ha quedado corto a la hora de largar).
¿Por qué permanece el gallego inmarchitable en el machito- y cada día con mas éxito- cuando tantos otros fueron a parar al contenedor? Por dos razones, creo yo: por el temperamento y por la forma de hablar. A los contribuyentes en general nos gustan los gestos mas que los razonamientos. Ahí tenemos a Lola Flores, por no ir mas lejos. Cuando se explica, la peineta se le hace un lío y no sacamos nada en claro. Pero sabe despeinarse y enfrentarse con el mayor de los corajes a su pena, penita, pena. Y lo mismo Fraga. ¿Quién entiende lo que dice, tal y como lo dice? Nadie. Pero, amigo, es un torrente, un cohete, un terremoto. Una autoridad, coñe.
El personal esta mas que harto de verborreas. Me cuentan que ya son de la legión los españoles que aprovechan el telediario para dar la cabezada de después de comer. Además, ¿quien, a estas alturas de la función, nos podrá contar nada realmente nuevo? Fraga se ha ganado su potra a pulso.