García Martínez – 22 octubre 1993
A Federico Mayor Zaragoza le van a dar otros cuantos años de UNESCO. El carguico es bueno; director general. Y el destino, como dijo el otro, prestigioso. Hay dos españoles bien colocados en el exterior. Este que acabo de mentar y de el COI, o sea Samaranch. Se conocen que se manejan bien. Hasta es lastima que personas valiosas de este país nuestro no se hayan colocado mejor en el extranjero, nada que nada por no saber ingles. Porque estudiarlo si que lo hemos estudiado todos. El personal de clase media, principalmente.
También influye la calidad del nombre para tener suerte fuera. Digo para realizarse lejos de España. No es lo mismo llamarse Federico Mayor Zaragoza que José Gracia. Podría haber sido solo Federico mayor, y ya iban bien servido. Pero no. El hombre sabia (O intuía) que, para triunfar, era preciso dar tres golpes, a saber. Federico, Mayor, Zaragoza. Estos detalles parece que no tienen importancia, pero, en tiempos de tantísimos predominio del marketing, son los que al final cuentan. Y también, la mata de pelo. Y la manera de peinarla. ¿A que todo el mundo se acuerda, por la mata de pelo y por la manera de peinarla, del rostro de mayor Zaragoza?
Otros lo han logrado, pero menos, por vías meramente políticas. Marin, el de la CEE; o Barón, en el parlamento europeo. Pero son distintos chupes.