García Martinez –8 diciembre 1993
Felipe y Felipe (o sea, Felipe de Borbón y Felipe Gonzalez) se encontraron en Washington. El uno anda por alli ampliando conocimientos, en tanto que el otro iba por atún y a ver a Clinton. Esta vez, porque los micros estaban cerca o por lo que fuere, el televidente del puente tuvo la oportunidad de escuchar el dialogo que, nada mas verse, hubo entre ambas personalidades. Aquí se reproduce:
BORBON: ¿Qué tal el viaje?
GONZALEZ: ¡Muy bien! Acabamos de llegar.
Y eso fue todo. Absolutamente revelador. Y, como dicen ahora, desmitificador. Los mortales corrientes y molientes (pues hay mortales que lo somos mas que otros) tenemos la idea de que estos últimos- los personajes importantes- dicen frases muy notables y de elevado tono. En las mismas circunstancias, ellos actúan de manera diferente. (Diferente para mejor). Suponemos que estas personalidades de élite son mas listas. Y más ingeniosas y están mucho mas preparadas que nosotros. Y no suelen ser así, como se muestra con el dialogo de mas arriba. El príncipe pregunta lo habitual: “¿Qué tal el viaje?” y el presidente responde muy, pero muy a ras de la tierra. Sobre todo cuando al “!muy bien!” añade un ingenuo y obvio “acabamos de llegar” . Claro que si. Todos saben, y el príncipe mejor que nadie, que el matrimonio González acaba de llegar. De modo que no debemos acomplejarnos. Ni usted ni yo.