García Martínez – 3 febrero 1994
No se me vaya, haga el favor. Que lo que voy a decir también vale para usted. La culpa de lo que le pasa al Real Madrid (ver tele, pasado martes, nueve noche) la tiene el Gobierno. Y la culpa de lo que le pasa al Gobierno (ver paisaje y propio bolsillo) la tiene el Real Madrid. Estamos ante un círculo vicioso y ante una pescadilla que se muerde la cola. (Últimamente hay muchas personas que se muerden la cola porque no pueden llegar indemnes a fin de mes).
Cuando el Gobierno se desentendió del Real Madrid –sólo por el prurito de no caer en lo mismo que el régimen de Franco-, el equipo empezó a ir de mal en peor. Pero es injusto meterse con la quinta del Buitre, o con Floro, o incluso con Ramón Mendoza, fíjese usted, con la mala folla que tiene. La responsabilidad de lo que sea o deje de ser el Real Madrid no es de los jugadores, ni del entrenador, ni del presidente. Es del Gobierno. Siempre fue así y siempre lo será. El hecho de que estemos en democracia no modifica ciertos arraigos.
Claro que, con el pecado, se le ha venido encima al Gabinete la penitencia. Desde que el Real Madrid no es nadie, el Gobierno está que naufraga. No se comprende que teniendo tantos y tan buenos asesores (ver Filesa), desconozcan los ministros que la suerte del Real Madrid es la suerte de España, y a la viceversa. Acaso sea ya demasiado tarde para la enmienda. Pero, por lo menos, tendrían que intentarlo.