García Martínez – 7 febrero 1994
Decíamos que la culpa de lo que le pasa al Madrid la tiene el Gobierno. Del Barcelona no comentábamos nada. Pero, después de lo ocurrido con el Betis, pues la verdad es que, a primera vista, se nos han roto los esquemas. Lo cual nos lleva a reflexionar, según nuestra costumbre. Y, una vez que hemos reflexionado, advertimos que esto del Barsa encaja con nuestra hipótesis de la responsabilidad que corresponde al Gobierno central en el desastre de los blancos.
Pujol está colaborando con Felipe. Hay coalición sin parecerlo. El apuntalamiento de la derecha catalana es, para el PSOE, como el pan para el chocolate. Han de matrimoniarse necesariamente. (Comer sólo chocolate es galguería, comer nada más que pan, indigencia). Esta relación tan intensa y gay entre los gobiernos central y catalán ha producido algunos efectos quizás indeseables. Así el contagio que de los vicios socialistas le ha sobrevendo, enfermándolo, al Gobierno de Cataluña. Podemos por tanto concluir que si, por desidia del Gobierno central, se ve el Madrid como se ve, no tardará el Barsa en estar en la misma lamentable situación, por culpa del Gobierno de Pujol. El batacazo frente al Betis ha sido el comienzo de un viaje a los Infiernos.
(Mucha gente piensa en la posibilidad de gratificarme por estos ensayos míos, tan agudos, sobre fútbol y política. Ni se les ocurra, ¿eh? Lo hago con mucho gusto y, desde luego, gratuitamente).