García Martínez – 30 mayo 2003
Se nos están poniendo las cosas muy mal, aun cuando le ganemos al Levante mañana por la mañana en la Condomina.
—¿Es que nos quiere dar usted el fin de semana?
¿Yo? No, señora. Pero la realidad es lo que cuenta. Y esa realidad dice que, de la noche a la mañana, se nos ha torcido el proyecto. Hasta el punto de que está en el aire la construcción del nuevo estadio y el ascenso a Primera.
Peligra el estadio porque –salvo marcha atrás del Gobierno regional–, estos de Eroski dicen que se largan con la música a otra parte, en caso de que no les dejen poner un hiper de doce mil metros cuadrados. Algunos responden: «No pasa nada. Si se va Eroski, el alcalde Cámara puede echar mano del aval que presentó Samper». No sé yo eso. Quizás no sea tan fácil, pues del dicho al hecho hay mucho trecho.
Pero tampoco es cuestión de ponerse pesimista de más. Hemos de estar convencidos de que, mañana, le damos lo que hay que darle al Levante y ya estamos en Primera División. «Lo que yo creo –interviene aquí, el compañero Ricardo Fernández– es que ascenderemos pero a Segunda, ya que, visto el cirio que han liado los clubes, seguro que desaparece la Primera División».
Estamos arreglados aquí en Murcia. Me refiero a lo del circo y los enanos…
—Ya que los saca a colación, los enanos del socialismo murciano están otra ves en alza.
Mire: nunca entenderé que se le llame enano a un señor que mide dos metros de alto, como es Manuel Hurtado. Pero vayamos a lo otro: no quiero ni pensar que, con lo que nos está costando subir a Primera, se vaya a ir todo a tomar por saco. Por un lado, porque se cargan de un plumazo la Primera División y, por el otro, porque ya no será posible levantar la Nueva Condomina.
Ahora llega el de Izquierda Unida y comenta: «Si esta situación se hubiera planteado hace un mes, ¿de qué iba a ganar Valcárcel las elecciones?». Uno quiere ser animoso, a pesar de todo. Y me creo que si el tema no está resuelto a la hora en que escribo –¿hacen ocho mil metros y no se hable más?– se resolverá a no mucho tardar. En cuanto a que quiten la Primera, lo mejor es que Valcárcel hable con Aznar. O con el tío ese de la OTAN que anda por aquí.