García Martínez – 1 abril 2005
Una de las desgracias consuetudinarias que padecemos los murcianos es la de la duplicidad. Aunque haya excepciones, conseguir de la Administración dos cosas iguales cuesta más trabajo que hacer que te den una sola. De forma que, cuando una provincia busca obtener dos beneficios idénticos, los que mandan se cabrean y, a lo último, te quedas sin nada.
Pongamos un ejemplo. No hace muchos años se solicitó que hicieran en Murcia un parque tecnológico. Pero, al enterarse, Cartagena -en uso de su derecho a pedir, eso sí,- quiso tener otro. Por lo que, en aquel entonces, no hubo nada.
He aquí otro ejemplo, aunque diferente. De toda la vida, nuestros estudiantes se tenían que ir a Madrid para estudiar Periodismo. No había medio humano de montar aquí la carrera. (Ni siquiera un buen máster, que a lo mejor hubiera sido suficiente). Bueno, pues ahora tenemos dos: en la UMU y en la UCAM. Es este uno de los casos que registraron un final feliz. Lo normal es que esa duplicidad que digo acabe en mera frustración.
-Como lo del Ebro.
No, señor. Con el trasvase del Ebro no se busca la misma cosa dos veces, sino que una complementa a la otra. El agua que no te da el Tajo procuras que te la manden del Ebro.
Duplicidad de la buena la tenemos en que -por aquello de que cada partido arrima el agua a su molino- Murcia cuenta ahora mismo con dos entes, por así llamarlos, que pretenden desarrollar lo que se conoce como Arco Mediterráneo. Uno lo patrocina el PP. Y otro, el PSOE, como no podía ser de otra manera. Esta es, me creo yo, la mejor fórmula para no llegar a ningún lado y para que todo acabe en palabras.
Y ello es así porque, al actuar fuerzas tan opuestas y tan partidistas, no se produce la integración de ambas. Peor aún: los representantes de uno y otro partido actúan de manera centrípeta. Y así no hay manera.
Se supone que, cuando se crean comisiones para que trabajen a favor de una zona concreta, es porque se busca mejorar la acción del Gobierno central. Si en lugar de unión lo que se registra es desunión, estamos ante un viaje para el que no se necesitan alforjas.
Que sigan resolviendo desde Madrid y santas pascuas.