García Martínez – 14 junio 2005
Por lo que se ve y por lo que se adivina, tengo mucho gusto en sospecharme que ahora toca Estatuto (me refiero al de Autonomía).
-Y las aguas, el aeropuerto, el ferrocarril y todo lo demás, ¿qué?
Hombre. Eso sigue. Siendo lo dicho nuestra genuina tradición, ¿cómo no ha de seguir?
-¿Ah!
Están ya empezando con el tole-tole de la reforma del Estatuto, tal y como lo pide la mimética, ya que el tema brilla ahora mismo por su presencia en la política de Madrid, que es la que marca las pautas.
-¿Le han contado a usted el último sobre Moratinos? Ese que habla de los continentes…
¿Calle, calle! Que ahora estamos aludiendo a cosas más serias. (Al lector es que le da todo lo mismo). Las fuerzas políticas murcianas ya coinciden en que hay que meterle mano a ese texto.
-Eso es igual que lo de la Quinta Enmienda que sale en las películas americanas.
De eso se trata: de enmendarle la plana a nuestra cartica magna. Comoquiera que ese mimetismo del que hablaba antes hace mucho furor en provincias, también aquí Saura (PSOE) y el camarada Cayetano (IU) le piden al presidente Valcárcel (PP) que, aun cuando este acepta que haya reforma, podría mostrar una miaja más de entusiasmo. ¿Y por qué hablo de los miméticos? Pues porque Zapatero le exigía lo mismo a Rajoy cuando la Constitución europea.
En fin, la vida es como es. Esto se lo dicen a Valcárcel, me creo yo, porque el Presidente opina que hay que tomarse el asunto con cierta calma. O sea: «Vamos a ver cómo reforman los reformadores del resto de España, para saber nosotros a qué atenernos y obrar en consecuencia».
-Lutero también reformó, ¿no verdad?
Bueno, sí, pero yo creo que aquello no tiene mucho que ver con esto.
-Lo decía sólo por si hubiera que clavar algún manifiesto en la puerta de San Esteban.
Hay un matiz que señalar, Lutero aparte. Y es que Valcárcel desea meter -otros dirán colar- nuestra necesidad de agua en el nuevo Estatuto. Y a mí no me parece mal, si me atengo al adagio que dice que lo que abunda no daña. Gema Martín Seoane, profesora de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación en la Universidad de Alcalá, escribe sobre la violencia escolar y las cuatro condiciones para prevenirla. «1. Adaptar la educación a los cambios actuales. ( ) 2. Uno de los principales aliados de la violencia ( ) es el currículum oculto, todas aquellas ‘normas’ que no están recogidas en el Reglamento de Régimen Interno, pero en función de las cuales se estructuran todas las relaciones en el centro y se transmiten las expectativas. ( ) 3. Luchar contra la exclusión desde la escuela, distribuyendo protagonismo y desarrollando el sentido del propio proyecto. ( ) 4. Romper la conspiración del silencio».