García Martínez – 29 noviembre 2005
Lo siento por el cronista, por la afición y por el público en general. (Perdón por ponerme el primero). Pero por quien más lo siento es por el portero Juanmi. Aludo a la putada que le hicieron.
Pues, nada, que estuvimos jugando el domingo en Almería -digo el Real Murcia-, de donde nos vinimos con dos a cero en las costillas. Uno de los goles nos lo metieron con muy mala sombra. Hasta el extremo de que el pobre Juanmi, que es el portero nuestro, debe de andar todavía tomando infusiones para que se le pase el cabreo. Y eso porque ciertos sucedidos no tendrían que suceder, si el equipo fuera de verdad un aspirante a la Primera División.
-¿Pero es que usted se ha creído ese cuento?
Bueno, mire, yo me tengo que creer, en mi calidad de murciano irredento, todo aquello que se anuncie en favor de la comunidad que somos. Si me dicen: «Este año subimos a Primera», pues llego y me lo creo. Por lo menos me apunto a esa posibilidad. Pero no me distraiga el lector, pues se nos acaba el papel. Que, para estas Navidades, por como está la gente de hipotecada, cuentan que apenas queda papel en las administraciones de lotería.
-Va a caer en ocho.
Por favor, ¿podríamos dejar eso para otro día?
(No deseo hacerle ningún feo a nadie, pero es que hemos llegado al punto de que quien manda aquí es el lector. Yo hasta lo veo bien, pero, claro, sin pasarse. Porque, si son los lectores los que manejan el invento, a mí van a echar del periódico. Y con razón).
Pero, por Dios, volvamos a Juanmi. Este muchacho, se le apareciera o no la Virgen, hizo un paradón de mucha categoría en lo que era un gol cantado. Y, justo cuando estaba disfrutando la gloria de su proeza, en cuestión de segundos, los defensas murcianos fueron incapaces de frenar a uno del Almería que llegaba a toda pastilla. El cual, como diría don Matías, horadó el portal.
Esto no puede ser. Una cosa es que quieran vender el Club, y otra que los mismos compañeros vendan a Juanmi.
-¿Y por qué no paró el segundo tiro?
Mire: quien dice eso no es un buen aficionado. Quien dice eso… En fin, mejor será que me calle.
-Estará más guapo.