García Martínez –22 diciembre 2005
Ya hemos llegado al extremo de que, en el resto de las Españas, los de Murcia quedamos marcados como pedidores de agua.
-¿Y cómo es que dice usted pedidores y no solicitantes?
Se lo explico: porque el pedidor es quien pide con impertinencia. Aunque, si a eso vamos, la dicha impertinencia también puede residir en quienes disponen de caudales, pero se muestran cabezones en su negativa a vendérnoslos. En última instancia, impertinentes todos.
Hemos de ver si a los pedidores nos conviene ofrecer esta imagen al resto del país. Porque no se puede negar que, principalmente en los medios, Murcia y los murcianos aparecemos, cada vez más, bajo el cliché de los que están sin agua y se empeñan en obtenerla.
Tal como yo lo veo, mejor será que nos llamen pedidores de agua y no gentes de mal vivir, como hasta la fecha vienen haciendo algunos. Lo jodido es que, si nos la siguen negando, acabaremos siendo de verdad gentes de mal vivir. Comoquiera que, nos pongamos como nos pongamos, seguirán llamándonos lo que les venga en gana (o en moda), lo mejor será no deprimirse y ver la botella medio llena, en lugar de medio vacía.
Quiero decir que, en el fondo, lo mismo da que nos llamen María o que nos llamen José. Lo bueno es que sepan que insistimos en la impertinencia.
Caso de terminar fijándose definitivamente el estereotipo de que estamos más secos que la pata de Perico, creo que eso es algo que nos conviene. Si los catalanes son emprendedores; los vascos, fortotes y tal; los castellanos, austeros; y los andaluces, alegres, a mí no me parece mal que a nosotros nos asimilen al secano irredento. Al desierto. Será la forma de que nos tengan siempre presentes. Aunque no en sus oraciones, pues aquí sólo rezamos nosotros.
Por asociación de ideas, cada vez que aparezca el nombre de Murcia, y se le asocien -digo en la mente de cualquier paisano- expresiones como secarral, pedidores de agua o algo similar, eso que llevamos adelantado. Así será más fácil que nos atiendan. Cuando todo el mundo, al nacer, traiga grabado en la cabeza que Murcia representa la falta de agua por antonomasia, será más probable que nos tomen en consideración
Está bien traído, ¿no?
O eso al menos me creo yo.