García Martínez – 8 enero 2005
Dicen los medios -y probablemente dicen bien, aunque no lo tengan por costumbre- que, aquí en la Murcia, el impuesto de circulación de turismos resulta más barato que la media nacional.
Quien sea un algo ingenuo pensará que eso debe anotarse a favor de la autoridad municipal, pues demuestra ser consciente de que, como el tráfico es tan horrible, algún detalle había que tener con los propietarios de coches.
-¿Y usted que piensa?
Bueno, yo pienso peor. Tal como está la circulación en Murcia -y visto que la cosa no tiene visos de arreglarse-, lo que tendrían que hacer es no cobrarnos el que antiguamente se llamaba sello. Eso no tiene vuelta de hoja.
¿Por qué has de pagar ni siquiera un euro por un servicio -como es circular sin que te entren ganas de ahorcarte- que el Ayuntamiento no te da? Aquí es donde radica el verdadero intríngulis del problema.
-No, si problema no hay. Con que no te cobren.
Es una manera de hablar. Y le voy a decir más. Al estar el tráfico ciudadano tan echado a perder, lo justo sería que la municipalidad, además de no cobrarnos nada, nos diera un dinerillo. Quiero decir que le cobrásemos nosotros un sello al Ayuntamiento, por las molestias que se nos ocasionan cuando circulamos por las calles y plazas de Murcia.
-¿Y qué cantidad sería esa?
Pues una cosa que esté bien.
-¿Y dónde se pondrían los ediles tantos sellos?
Pues, nada, se los pegarían por todo el cuerpo. Como si fuera la pegatina del Domund, pero lo bestia.
Comoquiera que hemos de ser justos y benéficos, conforme fuera mejorando -si es que lo consiguen, que lo dudo- el tráfico que llaman rodado, iríamos cobrando nosotros cada vez menos. Incluso podría darse el caso de que se volvieran las tornas. Cuando podamos ir por Murcia sin pepla ninguna, volveríamos a la situación actual y seríamos nosotros quienes pagaríamos el sello. Porque, lo que es ahora mismo, pagamos el sello y el pato.
-No, si explicarse se explica. Lo que pasa es que tengo mis dudas.
Pues yo no las tengo. Estoy convencido de que el follón que padecemos ahora no se resolverá jamás.