García Martínez – 13 abril 1993
Tocante a la crisis, política del PSOE, lo, nazarenos de a pie hemos entrado en la Pascua Florida tan ayunos de soluciones como lo estábamos antes del esperado Sábado Santo. Nada que ver, este que digo, con aquel otro en el que se legalizó el PCE, Lo de entonces fue noticia bomba; lo de ahora, si acaso, bombita fétida, Pues que el adelanto de las elecciones lo sabía, desde hace mucho, hasta el guardacoche del solar de abajo. No acaba este partido de coger el toro por los cuernos.
Allá ellos. “Los tibios serán vomitados”, dice la Escritura. Mientras, la Primavera cumple con su deber (yemas y capullos, revientan al calentor del tibio, al), la rosa roja del Calvario pierde pétalo, como, si hubiera llegado su otoño, Quizá los socialistas vuelvan a ganar las elecciones. Pero ya nunca será lo mismo. Cuando el pueblo espera actitudes contundentes y todo lo que le dan es chichinabo, o ni chicha ni limoná, la gente mira, se rasca el cogote y les, vuelve la espalda. Puede, ya digo, que los voten otra vez. Pero sin ganas. Con la cansera en lo más, hondo.
Se lo han ganado día a día. Lo tenían todo para despertar, ya que no entusiasmos (pues hoy nadie se entusiasma con nada), sí al menos el interés de los contribuyentes. ¡Qué hermosa ocasión han desperdiciado! Ese “prometernos, ser bueno,” que ahora nos trae Felipe, ¿de qué aprovecha, cuando nos prometió lo mismo hace tantos años?