García Martínez – 27 mayo 1993
Esa es otra. Si los sopesadores de imagen han supuesto que el último asalto de la cara a cara González-Aznar será tan decisivo como el anterior, me parece que yerran. Tengo la sospecha de que quien haya ganado el primer tiempo se llevará los dos puntos.
Muchos de los espectadores de Antena 3 lo fueron no tanto por los contenidos como por la mera curiosidad de verlos allí a los dos, enfrentados por primera vez ante las cámaras.’ De esos muchos curiosos, una buena parte no aguantará la paliza del lunes que viene. Van a quedar, eso sí, los incondicionales de uno y otro bando. Pero a esos no hay necesidad de convencerlos. Pase lo que pase, ya tienen su voto decidido. Algunos piensan que, después de lo del otro día, González tratará de machacar sin piedad Aznar en esta próxima convocatoria.
Esa circunstancia le añade sin duda una miajita más de morbo, Pero, ante el gran publico el aquí, Aznar; aquí, González está ya visto. Yo mismo -que soy, o me creo, un profesional de la cosa- no sé si enchufaré Telecinco esa noche. Y si la enchufo, me temo que cambiaré pronto de canal. La televisión es, en muy buena medida, espectáculo. De ahí su enorme capacidad para llamar la atención. Más espectáculo no creo que vayamos a tener, salvo que los contendientes se tiren el pupitre a la cabeza.
Y además, ya se sabe la malísima fama que tienen las segundas partes