García Martínez – 15 septiembre 1993
Esto que viene ahora corresponde a un pedazo de conversación entre chico y chica. : No es que estuviese espiando, sino que me llegó sin querer. Le decía ella a él: “Tú no puedes leer mi cartucho”. ¿De qué cartucho ha de suponer que hablaban un señor mayor como yo? Imagino que un cartucho de escopeta no será.
Pujol la tiene tomada, oyes, con el idioma español. Es lo que toca ahora dentro de la vieja y manida estrategia nacionalista. Llegará un día en que los catalanes hablen sólo catalán e inglés. Porque el inglés sí que interesa. Para la cosa del negocio y tal. Ya no entenderán el idioma que dicen de Cervantes. Pero .me temo que también a mí, sin ser catalán me suceda algo parecido. Yo escucho, como le aseguro a usted haber escuchado, eso de “tu no puedes leer mi cartucho”, y me parece de alucine. El lector podrá apreciar que no soy un carca del lenguaje, pues he asumido alucine y expresiones semejantes. O semejantuelas. Y, sin embargo, me siento incapaz de descifrar lo del cartucho.
Conozco el cartucho (o cucurucho) de pipas, chufas, tramusos -infancia pura, ¿no?- y el ya mencionado de escopeta. El diccionario no me aporta mucho más. Habla de una acepción figurada-“quemar el último cartucho”-, pero tampoco me aprovecha.
Resumamos, joven, ¿Por qué una chavala -guapa y todo-echaen cara a un chaval que no pueda leer el cartucho de ella?
Estoy hecho un lío, de verdad.