García Martínez – 22 enero 2004
Coincidiendo con el Año Nuevo chino –que esta vez está dedicado al mono–, el ministro Cascos ha tomado la decisión (¿sublime?) de retirarse de la política activa.
—No cante usted tanta victoria que, en ocasiones, eso de activa es eufemismo que esconde una política pasiva más activa que la madre que la parió.
Ya, pero esa es otra historia. Y está por ver, ¿no? Lo que cuenta ahora mismo es que este hombre se va de donde está. Y que ni siquiera va a repetir como diputado al Congreso por Asturias, patria querida.
Siendo honrados, no podemos decir los de aquí de Murcia que Cascos haya tenido ningún gesto simpático hacia nosotros. Más bien se ha mostrado duro y cicatero con la Región. A pesar de eso, el ministro Trillo, que va siempre a contrapelo, ha hecho unas declaraciones poniéndolo, no ya por las nubes, sino por Marte, que es lo que ahora mola. Por Dios, cómo se deshizo en elogios. Dijo que había sido el mejor ministro del ramo en la democracia. Parecía como si el de Cartagena fuera su abuela, mejor que su mero compañero.
—Hombre, también tiene en su contra Cascos su aspecto rudo, como de boxeador.
Pare, pare usted. Don Manuel Alcántara, que escribe de contino en la última de La Verdad, presenta cara de boxeador y, encima, boxeó de verdad en su tiempo. Sin embargo, es una persona encantadora. También con Murcia, pues que nos obsequia cada día con lo bueno que sale de su pluma.
Este Cascos siempre nos ha dicho que nones. Y, lo peor de todo, se ha manifestado con prepotencia despreciativa. A lo mejor es que padece de una murcianofobia que quizás le venga de cuando Calero.
—¿Juan Ramón Calero?
El mismo. (Por cierto que me tengo que comprar su novela).
—Es negra. ¿Verdad usted?
En cuanto que la lea se lo digo. Pues, siendo Calero portavoz, el Cascos se moría de ganas de quitarle el cargo. Y comoquiera que tardaba, debió de encanallarse.
—Es verdad. ¿Qué trabajo le hubiera costado electrificarnos? ¿Acaso tenía que hacerlo él, traviesa a traviesa?
—¡Qué va! Mandan obreros. Y, además, son de la subcontrata.