García Martínez – 16 febrero 1994
Pues se conoce que tienen un tío allí, en los aledaños del Gobierno, encargado de las previsiones. El hombre está en su despacho, ¿no?, y de cuando llega un ministro.
-¡Hola, Previsiones! Dime: ¿qué le ponemos a la inflación de enero?
-Vamos a ver… Inflación enero… Yo creo que un 0,7 va bien.
-¡No jodas!- se sorprende Solbes.
-¡He dicho 0,7 y no me moverán!
Después de que saliera ¡el uno por ciento!, la ministra de Cultura ha decidido que el Tío de las Previsiones recorra las diecisiete comunidades autónomas, con sus provincias. Se pretende que el personal de a pie vea de cerca a este curioso ejemplar humano.
Es lo mismo que se hizo con el Hombre Elefante, pero en plan fino, pues aquello era tremendo. De un tiempo a esta parte (desde que las cosas van tan mal), el Tío de las Previsiones ha alcanzado todos los records de no dar una a derechas. La previsión más graciosa es la que se refiere a cuándo empezaremos a remontar la crisis. En eso, el personaje es por lo menos original dice lo mismo que le dicen a él los dados.
El Tío de las Previsiones será presentado en los teatros municipales, auditorios y –donde no hubiere de eso- campos de futbol. Para que todos lo vean, y lo palpen, y le arranquen (para reliquia) los botones de la chaqueta. (Está prohibido dar cacahuetes).