García Martínez – 18 junio 2003
Para que vea el lector que lo importante es subir. Una vez que has subido, ya todo se te da por añadidura. Nadie podía imaginar aquí que, si el Murcia ingresaba en la Primera, vendría nada menos que Beckham a jugar en la Condomina.
—Bueno, salvo que lo hubiera fichado un club de Segunda.
Eso también es verdad. Porque, mire usted, tal como se está poniendo el negocio del fútbol, no me extrañaría nada que también los clubs de Segunda cayeran en manos de las multinacionales, que se llaman mortales.
—¡Fíjate, Beckham en Murcia! Si el Panadero levantara la cabeza… –me apunta el compañero Miguel Ángel, que por algo lleva la cosa de Vivir.
Es verdad. Me imagino al Panadero –don José Rico, de Archena– animando con su particular estilo al jugador murcianista que tuviera que cubrir al Beckham este que decimos.
De todas formas, como en esta provincia somos tan desgraciadicos, ya circulan por ahí rumores –desde La Tapa al Drexco y desde El Molinero a Las Viandas– augurando que lo más probable será que no juegue Beckham en el partido de la Condomina.
—¿Qué pasa? Usted, que es tan listo, ya sabe que estará lesionado justo ese día, ¿no?
No es cosa de lesión. Lo que el personal se huele es que su míster no lo alineará, al no ser el Real Murcia enemigo suficiente. Y como, encima, aún no estará funcionando la Nueva Condomina, pues peor me lo pones.
Aunque no desea uno presumir de varita mágica, sugiero que el ayuntamiento de Murcia le diga a Samper: «Si pone usted a funcionar la Condomina nueva para esta próxima temporada, le damos los doce mil metros a Eroski». Me creo yo que, tratándose de lo que se trata, los pequeños comerciantes no protestarían. Pero, el fin, ediles tiene la Corporación.
La mejor sería: a) que se inaugure el campo para la temporada esta que viene, b) que el míster del Madrid saque a Beckham y c) que el dicho Beckham muerda el césped (entendiendo por morder el césped que gane el Murcia).
—O que empate.
¡Que no, coño! ¡Que gane! Ya dijo Ortega (y corroboró Marías) que, si quieres el menos, tienes que aspirar al más.